El pueblo
No se pasa por las Saintes-Maries-de-la-Mer : se viene. Pueblo del fin del mundo, abrazado por el Rhône de ambos lados, no se puede llegar más lejos, tal los primeros uros de los cuales se dice que sólo el mar pudo para su huída loca.
corazón
de camarga
Aquel pedacito de tierra poblada, rodeada de una inmensidad azul, agua en todas sus formas, ya sea mar, río, pántanos… parece sorprendentemente frágil. Sin embargo es un sentimiento de libertad que nos llena al llegar.
Aquellos amplios espacios, con el horizonte en punto de mira, no conocen más obstáculos que finas redes de estacas, como únicos indicios de la presencia de toros.
En invierno, la playa se devulve al mar y los elementos se expresan libremente. Las olas pueden entregarse sin reserva y los largos paseos en la orilla son verdadero deleite. A veces basta de un domingo soleado para sentirse de nuevo en verano. Tal una ostra abriéndose de par en par, el pueblo se anima y resplandece otra vez.
Capital
de Camargue
Hoy en día el pueblo de las Saintes-Maries-de-la-Mer, reivindicado como« Capital de Camarga », propone actividades a lo largo del año. Las fiestas y animaciones son indispensables para la economía y el turismo en la estación balnearia pero también para su proyección tanto popular como cultural. En el período estival, el « veraneo » es evidentemente propicio a una mayor propuesta de animaciones para satisfacer a los miles de visitantes que acojen estas tierras desde varios milenios.
Con cerca de 40 kilometros de playas de arena fina, banarse es una evidencia. Notemos también que el patrimonio ya sea cultural o natural es muy ventajoso, permitiendo así saciar las ganas de descubrimentos, conocimiento y sensaciones nuevas.